lunes, 9 de febrero de 2009
Puedo fingir que me da igual
Tengo un problema.Muy grande.Y es que últimamente,en lugar de vencer mi timidez,es ella quien me vence a mí.Parecía que estaba haciendo avances,pero de repente vuelvo a retroceder.Nunca se me ha dado bien encajar los halagos.Parece raro,pero es así,aunque nunca me supuso un gran lastre.Sin embargo,de un tiempo a esta parte,cada vez que me dicen algo bueno me pongo coloradísima.Se me acumula toda la sangre en a cabeza y parece que hasta brillo.Como un gusiluz.Y queda bastante ridículo que a una tía tan grande le pase ésto.Debo estar en mi fase de regresión a la adolescencia.Me lo tengo que hacer mirar...
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2 comentarios:
No te preocupes que eso nos pasa a muchos, a pesar de los años y el recorrido.
Geniales Vestusta Morla!
Ya,pero estaría bien que dejara de pasar,al menos un poquito...jijiji
Grandes!
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