lunes, 2 de marzo de 2009

Someone please call 911

Definitivamente debí dar mucha guerra durante el parto.Y eso que mi madre no tuvo que hacer esfuerzo ninguno porque fue por cesárea.Sin embargo,lo de que la abrieran en canal para sacar a una cosa de más de medio metro de largo no me lo perdonará nunca.Y para empezar,me toturó con algo que me perseguirá de por vida:El nombre.Claro,tener dos nombres no es nada anormal.Nada anormal si te llamas Ana Belén,José Manuel o cualquier nombre compuesto que empiece por María.Pero cuando te ponen un nombre más o menos normal y luego otro al azar(que seguro que fue así,porque no pegan nada),pues ya es otra cosa.Creo que me hubiera traumatizado menos que me hubiesen tatuado el 666 o el "padrenuestro" en la frente.Y es que marca bastante cuando pasan lista en clase y se tiran un rato para decir tu nombre completo o cuando te llaman en la sala de espera del médico y la gente se gira mirándote con cara de "pobrecita"...De verdad no sé a quién demonios se le ocurrió la maravillosa idea,pero que sepan que si ponen a uno de sus hijos dos nombres que se repelen entre sí,se dejarán un pastón en el futuro en psicólogos...tiempo al tiempo...

3 comentarios:

RALZ dijo...

Alguna pista?

Anónimo dijo...

Esto es tener mala leche... porque no nos vas a a decir los nombres, claro... ¿Marta Aurelia? ¿Pilar Euduvigis? Cuando menos te confundirán con una infanta...

Inerzia dijo...

Jajajaja,Ohne se acercó bastante...de reinas y de infantas va la cosa...y es la única pista que puedo dar...