martes, 30 de octubre de 2007

Baraka



Me siento delante y sólo miro.Exactamente un minuto y once segundos de calma. No hace falta decir nada. Cualquier sonido está de más...

Hoy en el tren me leyeron un cuento...y hacía tanto que eso no pasaba que no tuve más remedio que sonreir...por un largo rato...

3 comentarios:

Blasfuemia dijo...

Me ha dado envidia (sana). Creo que hoy voy a leer un cuento en voz alta y pedir que me lean otro.

Anónimo dijo...

Pues sí, es para sonreír. ¿Y era un cuentista conocido o un espontáneo?

Inerzia dijo...

Blasf:pues hasta ayer no me dí cuenta de lo que mola y lo poco que se hace cuando somos mayores...

Ohne:Estuve sonriendo casi toda la mañana...era una cuentista conocida...pero tampoco me hubiera importado que me lo hubiera leído alguien espontáneamente...